20 julio: reposo y cena de los aspirantes


La jornada comenzó en  clima sereno que invitaba al descanso. Hemos terminado el campo con los chicos y… Sea en la casa de formación que en la Maison Palotti se respira un ambiente tranquilo. Los jóvenes de la casa de formación se han dedicado un poco a la limpieza y a otros menesteres de casa. Los cooperantes han tenido también una mañana de reposo. Nos reunimos todos a las 13 para la comida en la Maison Palotti y… Comentamos un poco las actividades de la tarde. Los aspirantes desde la mañana, entre reuniones y compras, se preparan para deleitarnos a todos con una cena típica: el entusiasmo y las ganas de compartir con todos una comida tradicional se hacen sentir.

Los cooperantes, después de la comida y el descanso, se encontraron en la sala – en reunión informal – para conversar un poco y preparar los ensayos del baile. Entre una idea y otra, antes del ensayo general del baile final junto a los aspirantes, nació la iniciativa de preparar, como cooperantes, un baile para la noche del día 22. Los cooperantes, con Marta Valls a la cabeza como coreografa “casi” profesional, han escogido una canción y, aprovechando que los aspirantes se encontraban en la cocina preprarando todo para la cena, los cooperantes han interrumpido el coloquio informal de la tarde para probar el baile del lunes siguiente en la sala. Al final… 

No se ensayó el baile del festival (los aspirantes estuvieron toda la tarde en la cocina), así que se optó por bailar el domingo la misma coreografía del inicio. ¿Cómo han ido las pruebas para el baile del lunes? Entre un movimiento y otro, hay quienes se acoplaron rápidamente a los pasos de la maestra de baile (como María, Cristina…), hay quien se perdió totalmente entre un pisotón y otro (como el P. Reniel), hay quien se aprovechó de los perdidos para esconderse entre la masa (como Tony) y hay quien decidió concentrarse en las fotos de los ensayos – aunque si innecesarias – (como el P. Emili)… Pero, en general, han ido bien. Al menos nos divertimos todos (¡eso sí!).

Después… Un merecido descanso, y… ¡A prepararnos para la gran cena de la noche!}
La ansiedad se reveló en modo ejemplar… La cena no comenzó en horario, la espera agotó los temas de conversación y la mirada de todos estaba fija en las ventanas del refectorio. Al final… Edmond anunció con la campana que todo estaba listo y pudimos todos entrar. La espera valió la pena.

 Nuestros jóvenes se esforzaron mucho en la preparación de suculentos manjares para todos. Ha sido un verdadero compartir en todos los sentidos. Arroz, aguacate, plátanos, pollo, patatas fritas, pero… Sobre todo, las ganas de compartir, de intercambiar experiencias y un clima de amistad, fueron la nota característica de la noche en la Maison Pallotti. Después, nos despedimos y nos fuimos a descansar (los de la casa de formación) para prepararnos para el gran día del festival.

P. Reniel